Lo sabe el mar
Director(es): Adrian de Antoni
Siempre me ha provocado angustia el término “Finisterre” … “el final de la tierra”, “el no hay nada más allá” es como un: “aquí termina todo…” pero el paisaje aún te deja ver más, y te invita… ¡Ven! lánzate al vacío… grita entre tonos azules y una línea perene en el horizonte que parece contradecirle, porque no termina más. Así elegí al “Faro Viejo” de Cabo San Lucas cómo lugar predilecto de inspiración, también conocido como “Cabo Falso”construido en 1905. La idea de que esta construcción haya presenciado de pie durante un siglo y más los arribos más inesperados de embarcaciones provenientes de los más remotos y exóticos lugares, cada cual, con un propósito, el subsistir, el colonizar, el comerciar … ¿cuántas historias?, ¿cuántos personajes?... y quién si no el Faro Viejo para relatarlas… No es sencillo escucharle, hay que tener el alma muy quieta y la cabeza apaciguada, y así entre el murmullo de la brisa y el ronco golpear de las olas … Finalmente aprece su voz. Así fue como conocí a Ezequiel Farías, un hombre enigmático, quien se acercó a mi asegurando ser mi lector asiduo y quien me relatara esta historia con tintes de leyenda, que sucediera aquí, en este rincón olvidado de la patria: Tras el anuncio de su compromiso con Edgar su novio, Thelma es invitada por sus dos mejores amigas Ingrid y Miriam a pasar un fin de semana en Cabo San Lucas como despedida de soltera. Una noche de fiesta, Thelma es abordada por un apuesto y excéntrico hombre que le ofrece pasar un día en su lujosa embarcación, un peculiar barco hecho de madera que se asemejaba a los viejos galeones españoles de antaño. Fascinada por el encanto de aquel hombre, Thelma convence a sus amigas de aceptar la invitación. Una vez a bordo, las tres amigas la experiencia de sus vidas, desarrollando una extraña fascinación por la embarcación y su anfitrión, hasta el punto de llegar a confundir realidad con fantasía en una atmósfera de misterio… al final la verdad de los hechos quizás… solo la sepa el mar…